Ya suma casi un año desde la muerte de mi gran maestro Javier Fajardo y el recordarlo a él, hace que vengan a mí, remembranzas de lo que fue y ha sido la música y en general el arte en mi vida.
Como ya he narrado en otras ocasiones desde muy pequeña me gustó el canto y aun cuando a mi papá le gustaba escucharme, nunca hizo nada para educar adecuadamente este don, de tal manera que se quedó solo en afición.
Pero retrotrayendo algunos recuerdos a mi mente, el teatro fue otro de mis pasatiempos; cuando niña, me gustaba con amigas y amigos del barrio y por supuesto mi hermana, representar algunas canciones que por entonces eran de moda. Un tema en particular captaba nuestra atención, en el que se narraba la historia de Al Capone y Chicago… “una noche de veraaaaano, cuando la ciudad murioooo”, cada frase de la canción, daba cuenta de nuestra gran imaginación, con atuendos y armadas hasta los dientes cual gánster de la época, repartíamos bala al son de la música, “uno a uno iban cayendo”, nuestros amigos como pájaros dados con cauchera se tiraban al piso convulsionando y haciendo de la escena algo realmente dramático. Después de semejante balacera y totalmente exhaustos de haber sobrevivido indemnes a tal tragedia, levantábamos toda la tramoya y salíamos a por nuevas aventuras.
Quizá estas, pequeñas representaciones fueron las que me inspiraron para asociarme ya de adulta a la compañía de teatro Aleph quienes iniciaban su proceso de legalización como sala concertada proceso al que orgullosamente pude aportar mi granito de arena para tales gestiones en su momento. Grandes amigos que llevaré siempre en mi alma hice por aquel entonces: José Alberto, Kunda, Diana, Mario, Marisol, Baldomero, Mercedes, Leydi, el profe Mote y otros más nos reuníamos religiosamente en la sala Bertolt Brecht de la Universidad de Nariño para ensayar, departir y tertuliar.
Como era de suponer, a mi familia no le hacía mucha gracia mi vinculación; sin embargo para no frustrar una vez mas mis aspiraciones histriónicas me dieron su apoyo pidiéndome les invite al estreno de la obra. Si bien a mi padre le gustaba la buena música, he de confesarles que el teatro nunca fue de sus afectos entre otras cosas y por extraño que parezca, era de las pocas artes cuyo conocimiento escapaba a su poder y si he de serles sincera, al resto de mi familia también. Pese a ello, todos asistieron al estreno de la obra denominada “Camerata del Tiempo Perdido” una labor, cuyo montaje costó mucho esfuerzo, no solo por parte de los artistas sino también del director, además del trabajo que implicaba abrirse camino teatral en un ambiente por aquel entonces un poco reticente a este tipo de artes. La obra fue todo un éxito, los entendidos en la materia nos felicitaron y sugirieron algunos cambios para posteriores presentaciones, la temporada tuvo una gran acogida y exhibimos la función en varios teatros de la ciudad. Como era de esperarse, mi familia no entendió ni pío y fui presa de sus burlas durante años, hasta nuestros días, esto no me arredró y continué por algún tiempo más en la compañía, sin embargo lo que no pudo hacer el “conglomerado Patiño” lo hizo una sola persona; al poco tiempo me casé y mi esposo no quiso ni saber ni oír de mis actividades teatrales, por tanto, en aras del amor y la convivencia pacífica dejé a un lado una vez mas mis pretensiones artísticas.
¡EL TEATRO! TIENES TODA LA RAZÓN, ES UNA EXPERIENCIA FUNDAMENTAL Y QUÉ GRATA EMOCIÓN COMPARTIR ESOS NOMBRES TAN QUERIDOS DE LOS AMIGOS DEL ALEPH : JOSÉ ALBERTO,LEIDY, EL KUNDA, BALDOMERO, EL MOTE A QUIEN ME ENCONTRÉ EL JUEVES EN LA GUAGUA, EN "LA LECCIÓN", DE EUGENE IONESCO, INTERPRETADA POR ALUMNOS DE LA ESCUELA DE ARTE DRAMÁTICO DE CALI, DIRIGIDOS POR UN PAISANO NUESTRO, MARLON ERASO .
ResponderEliminarDEBERÍAS PENSAR UNA FORMA DE VOLVER AL TEATRO. YO ESTOY INTERESADO. PODRÍAMOS HACER UN GRUPITO ¿QUÉ TE PARECE?.. PENSADLO . UN ABRAZO
Allan Gerardo Luna
MI QUERIDO RENACUAJITO DE PAPA, AUNQUE , COMO TU BIEN LO AFIRMAS, NOSOTROS TUS HERMANOS SALIMOS NEGADOS AL TEATRO, PERO ESTO NO NOS HACE INSENSIBLES A SER ADMIRADORES DE LAS APTITUDES Y DESTREZAS DE TODAS LAS PERSONAS QUE LO PRACTICAN Y ENGRANDECEN. SIEMPRE HEMOS ADMIRADO TUS APTITUDES Y ACTITUDES TEATRALES Y NOS COMPLACE SABER QUE ERES FELIZ CON ELLAS
ResponderEliminarSiempre puedo volver con el tiempo al juego del ayer entre un hoy que todo mañana me depara, llevando como motor primordial el combustible de tu Inspiración no lejana ante lo cerca de toda tu vivencia que marca cada paso en ese trayecto que se opone a todo olvido.....puedo estar a tu lado,PRIVILEGIO cuando es otro momento y otro lapso pero no lejos de todo tu camino.....puedo rozar con ese empeño que tus dedos plasman el mensaje,puedo rozar tu mismo estilo aunque propio lo tildes si te inspiras.......puedo poder lo que no puedes cuando intentaste poder sin que pudieras......puedo volver a tu pasado sin contar que estoy presente.....pero lo mejor puedo decirte GRACIAS una vez mas antes que me llegue Olvido porque yo también cantaba EL FBI ESTA AQUI NADIE SE PODRA ESCAPAR. H.
ResponderEliminarPues nunca es tarde para empezar estoy segura que por tus venas corre ese amor que le tienes al teatro. Pero lo que si se es que tienes un sensibilidad exquisita para narrar. Un abrazo MDP
ResponderEliminarQueridos amigos, muy cierto es aquello que se dice “nunca es tarde”, sin embargo, creo firmemente que hay un momento para cada cosa y ese momento en mi vida para las artes ya ha pasado una que otra página, no por ello dejo de ser una fiel amante a la lectura, la afición y la promoción de tan bellas disciplinas. Declino pues, la invitación de Allan Gerardo y el aliento de María del Pilar a concluir una de tantas cosas en mi vida que han quedado inacabadas.
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