Muchas personas que conozco, dicen fastidiarse con las novelas, pero si hacemos una retrospección de nuestras vidas nos damos cuenta que más de un episodio podría formar parte de aquellos culebrones que tanto aborrecemos, bueno, lo único que haría falta es que nos den la noticia que somos hermanos (no reconocidos) de Bill Gates o quizá parientas de La “brillante” Paris Hilton, porque a excepto de que la limpiabotas o la cuidadora de carros resulta ser la única heredera de un Magnate (se le suma a esta ventaja económica, que el pobre viejecito es viudo) que en su lecho de muerte informa a su cuñada (muy mala ella), de la existencia de una “guagua” que dejó por ahí cuando la cordura no era su mejor amiga, el asunto resulta ser muy $$enriquecedor$$ para la protagonista…les decía que los novelones que suelen ser algunos eventos de nuestras vidas podrían llenar páginas y páginas de “Mujer casos de la vida real” o de “Historias de hombres solo para mujeres” y con ellas alimentar a sus hijitos aquellos que participaron en el reality de “protagonistas de novela” que para estas épocas ya deben tener familia. Sin ir más lejos…recuerdo… que cuando era universitaria, tuve el desatino (según mi padre) de enamorarme de un pizco (palabra muy usada por mi papá, para referirse a alguien que no le agradaba) que estudiaba medicina en Cali (cuando entremos mas en confianza les contare acerca de este pizco) el sentimiento era tan grande que el momento de la despedida era por demás “tortuoso para el alma”, entre llantos y sollozos (como en novela) se juntaban nuestros dedos en la ventana del bus que alejaba a mi amor de mi lado, no les miento, ni exagero era muy triste ver esas escenas, pero un día, uno de aquellos de tantas despedidas, mi amado me pidió que lo acompañe hasta “chachagüi” y que desde ahí me regrese a mi casa - para los que no conocen, chachagüi es un pueblito a 25 minutos de mi ciudad – (recuérdenme en un futuro contarles acerca de este sitio de veraneo con mis primos) así, la separación sería menos dura, obviamente el trayecto se hizo cortísimo, por lo tanto me dijo que mejor lo acompañe un poco más allá y cada vez mas allá y mas allá…hasta que llegamos al Bordo (Cauca), fue entonces cuando reaccioné, sobretodo porque ya estaba oscuro, no tenía plata suficiente para regresarme, no había bus de regreso sino hasta media noche, y lo peor de todo es que nadie sabía dónde estaba (ni remotamente se mencionaba un celular por ese entonces)…quieren saber que paso? -creo que me alargué demasiado en mi cuento de hoy- ….mejor continúo mañana….
Yo ya estoy intrigada y lista para comprar la novela. Espero el siguiente capitulo....
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