Piedra Laja- Genoy Nariño

sábado, 27 de marzo de 2010

MI ESPIRITU INQUISIDOR

MI ESPIRITU INQUISIDOR
Quién de niño no tuvo la hermosa experiencia de ver germinar un frijolito… En todo colegio, escuela y sitio que se precie de enseñar, se daba la cátedra de las innumerables posibilidades de la creación, quizá fuera en Ciencias Naturales o en Biología o botánica, en fin, al título de la materia restémosle importancia frente a la grandeza de lo que es la procreación y la reproducción en todas sus formas. Y por supuesto no estaba yo por la labor de dejar pasar esta oportunidad de poner en práctica mi espíritu inquisidor e investigativo. Nos enseñaron que dejando en un frasquito encima de un algodón embebido en agua, pasados unos días y cuidando su proceso diario, éste germinaría y se convertiría en una inmensa mata de fríjol. Mi excesiva actividad infantil, hacía que yo revisara el proceso cada minuto, llevé mi preciado frasquito cerca a la ventana de mi habitación, para que recibiera los rayos del sol que alimentarían a mi plantica y en efecto, el granito comenzó a reventar, y por uno de sus extremos comenzaron a salir pequeñas hojas en forma de corazón (a mi me lo parecía) y sus raíces se aferraban al algodón en busca del tan anhelado alimento…el agua. Como me di cuenta de lo fácil que era este asunto, busqué entonces más frascos y puse en ellos toda clase de granos que encontré: alverjas, lentejas, maíz pira (imagino que anhelaba tener una mata de crispetas), habas entre otros. Mi ventana parecía todo un invernadero, hasta papas y “ollocos” alcanzaron a formar parte de granja personal, mi papá, amante del orden y del buen gusto, no miraba con muy buenos ojos lo que para él era un gran desorden, sin embargo no me decía nada. Después de llevar mi tarea al colegio, pregunté cuál era el siguiente paso, que para efectos de la materia ya no era necesario aprender, pero yo no podía dejar de pensar en el momento en que mi frasquito me diera para cosechar el que sería mi sustento diario; es así como decidí trasplantar mis legumbre, leguminosas y hortalizas, al jardín de la casa, en medio de las violetas y debajo de unas plantas con flores matizadas entre rojo naranja y amarillo (llamas creo que les decían) sembré todas mis ilusiones…bueno…al menos parte ( mas adelante les cuento el por qué). Como dicen la mayores, al parecer “tengo buena mano” para las plantas, porque todo lo que sembré creció, es así como pude ver nacer una alverja envainada, vi las hermosas flores de mi planta de haba y enroscarse en círculos las acorazonadas hojas de un fríjol, también degusté la primera zanahoria de mi cosecha y el dulce sabor amargo de un rábano…A todas estas experiencias, mi papá siempre estuvo atento, celebrando, sin hacerlo notar, la felicidad que me daba ver todos los días mis planticas…Todo iba bien hasta que decidí incursionar en la reproducción animal, es un hecho un tanto vergonzoso, pero para librarme de este karma, se los voy a contar. En la televisión vimos como se hace para obtener un pollo a partir de un huevo (después de los nefastos resultados, me di cuenta cuan “destructivos” son los documentales a esa edad). A mi hermana le habían regalado, (quizá en algún cumpleaños) una lonchera en forma de maleta, con florecitas verdes y forrada en su interior, la que por supuesto yo siempre quise para mi, y ella nunca compartió, haciendo un paréntesis, en eso tengo que ser una delatora, (de mis manía y de las de ella), Por mi parte siempre me gustaba vestirme con lo ajeno, (lo llamaba mi mami) para mí, era un compartir, yo veía como mis hermanas mayores compartían sin problema, no entendía por qué no podía ser igual con mi hermana menor? no solo vestirme, también utilizar lo ajeno, tampoco tenía problema con que utilizaran mis cosas, cuestión de temperamentos. En fin, volvamos a nuestro asunto…Una vez tomado nota de los pasos a seguir para empollar un huevito, decidí utilizar la mentada lonchera para hacer mi propia incubadora, la forré con algunos retazos de tela para que cuando naciera el pollito no sintiera frio, desbaraté la lámpara de mi mesita de noche y le ubique bombillo a mi invención, saque un huevo de la nevera y lo acosté en el mullido refugio, cerré la maleta y la puse debajo de la cama y a esperar…Lo vergonzoso que hacía alusión hace un momento, es porque casi ocasiono un enorme incendio. Ese día tuvimos que salir todos de casa; al llegar, un horrible olor y una gran humareda llenaban las habitaciones y nadie sabía de dónde provenía, excepto yo, que corriendo subí y encontré mi proyecto consumiéndose ya en pequeñas llamas, el desastre pudo haber sido monumental de no haber llegado a tiempo, a pesar del daño que ocasionó mi travesura, no me regañaron, al contrario, ( y ya pasado el susto) ha sido motivo de burla durante años y ese ha sido mi mayor castigo…creo que haciéndolo público me libero un poco de ese trauma que me ocasionaron mis incursiones investigativas y científicas…

6 comentarios:

  1. Anita... he intentado por todos los medios escribirte un comentario en tu blog, pero desafortunadamente no puedo!!! me pide que escoja un perfil y he escogido todos..., pero el resultado es siempre el mismo... nada!! no se pudo!!!

    Pero quiero que sepas que siempre leo tus escritos... son fabulosos!!! me encantan!!! El del huevo debajo de la cama... dejame decirte... super... y ya me imagino como estaria esa ventana llena de frascos con algodones, yo... no me quedaba atras, porque ademas es lindo ver germinar esos granitos, uno, se siente como la mama de esas plantitas!!! tiempos lindos... gracias por recordarme tantas cosas bonitas...!!!! Olgui

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  2. Yo por supuesto tambien tuve la misma clase y segui los pasos de quien pensaba era mi maestra de la vida: TU. Y puse el frijol en el algodon pero siempre con mi inconstancia seguramente no le heche el agua debida y a todo el mundo le germino menos a mi. Pero tu me compartiste tus vegetales y comimos violetas tambien a la par que tierra y quien sabe que mas basura. Pero no importa cuanto trates de exorcisar tus cosas del pasado yo todavia no he superado la perdida de mi preciosa lonchera que tomaste sin permiso y quedo quemada, arruinada y oliendo a huevo para siempre. Te falto contar que la explosion del huevo acaecio mientras un nervioso novio en la sala de la casa se enfrentaba a mi Papa para pedir la mano de una de nuestras hermanas. Todavia me estoy riendo.

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  3. Ademas de escritora me resulto agricultora y zootecnista.
    Bien me gusto mucho

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  4. Fíjate hermana que lo del novio, y la pedida de mano no lo recuerdo, debió ser porque me resultó "poco importante" un matrimonio frente al nacimiento de un nuevo ser...mi pollito....snif¡¡

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  5. Anajulia, he seguido con interes cada uno de tus hermosos escritos sobre el acontecer infantil no solo de ti sino de stella, considerando que el volver al pasado no solo nos llena de nostalgia sino que a través de tus lecturas, recordamos momentos inolvidables que nos hicieron reir, llorar, pero que todos sumados hoy nos han hecho fuertes en la conquista de nuestros ideales. Sigue deleitandonos con tus noticas preciosas, llenas de realidad, un poco de fantasía sobre todo lo que rodea el fondo de lo que quieres resaltar, fruto de esa gran agilidad mental que siempre te ha caracterizado, besos, oscar

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